La ilustración como concepto
“Every child is an artist. The problem is how to remain an artist once he grows up.”
-Pablo Picasso
La ilustración es algo que siempre ha acompañado a la humanidad, siendo los primeros indicios de muestra de civilización. Dibujar es la pasión por crear, el deseo de hacer realidad lo que tenemos en la cabeza, de poder expresar un sentimiento, un momento, una imagen.
La ilustración infantil es una manera de poder hacer a los más pequeños entender sentimientos que no es posible poner en palabras. Es una manera de contar una historia de una manera que ellos puedan conectar, sirviendo como apoyo a un texto simple. Simplificar las formas para que sea más fácil de entender la narrativa, elegir colores vibrantes, fantasiosos, dinámicos y crear personajes expresivos, con movimientos gestuales, es la forma de hacer que una ilustración pensada para los más pequeños funcione.




Progreso a la hora de dibujar
Es importante tener un boceto simple que poder seguir. La composición, el valor, la luz, la sombra, el fondo y la figura es algo que tenemos que tener en cuenta.
El fondo, aunque no lo parezca, es tan importante como la figura. Siendo que es imprescindible que la haga destacar. Esto normalmente se consigue haciendo que el fondo sea un espacio negativo. Llamamos espacios negativos (o espacios en negativo) al fondo que rodea las cosas.
La interacción que existe compensa uno con otro y ha de darle a la obra una sensación de unidad.
Cuando es ilustración infantil es relevante que el dibujo no tenga demasiados elementos para que sea de fácil lectura.

«Los oscuros y los acentos son, en realidad, la esencia del dibujo, porque son los que se ven al primer golpe de vista. Ellos dan el «impacto» del dibujo. Todo dibujo puede reducirse a medios tonos y oscuros, ya que los blancos están presentes en el papel. De manera que la práctica del buen dibujo, aparte de la construcción y los contornos, exige buscar primero las áreas de luz, y ver después los medios tonos y los oscuros que las rodean.»
(Loomis, 1961/1983, pág. 89)